jueves, 26 de noviembre de 2009

Unos trajes muy cuestionados







A principios de año, todos nos levantábamos con la noticia de la presunta trama de corrupción que aturdía a las primeras filas del PP. El 6 de febrero el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, abrió la investigación sobre este caso que era encabezada por el empresario Francisco Correa. Apellido que da nombre al caso, ya que correa traducido al alemán significa "gürtel".
Pues bien, el caso gürtel entró por todas las pantallas de nuestros televisores y llegó a todos los rincones de España.

Todo comenzó en Madrid, pero pronto la gürtelmanía se extendería por muchos ayuntamientos pepeístas, entre los que destacan Galicia y, por supuesto, Valencia, dejando a la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, en la cuerda floja sin saber muy bien que hacer con sus cargos públicos más allegados. Así, empezaron a caer alcaldes, como el de Majadahonda o el de Bohadilla del Monte, sin embargo, nadie sabía que lo mejor estaba por llegar.

¿Cuál ha sido el detonante? Pues unos supuestos trajes de Francisco Camps, Presidente de la Comunidad Valenciana. Se le acusaba de que él, y otros cargos del PP valenciano habían concedido adjudicaciones a empresas, supuestamente a cambio de regalos, como trajes, pantalones, corbatas, chaquetas... esto se "comprobó" a través de facturas y grabaciones y digo yo... ¿tan poco cobran los políticos como para tener que pedir limosna?.
A raiz de este escándalo los medios comenzaron su circo. Imágenes de Camps entrando en los juzgados, "pilladas" del juez Garzón de ocio con altos cargos socialistas, declaraciones de José Tomás (no el torero, sino el sastre de Camps), charlas de Aguirre y Rajoy, tensión en los plenos... Era una noticia bomba para todos aquellos que "quieren" mostrar al público la corrupción política española. Ahora le ha tocado al PP, como hace 20 años le tocó al PSOE. Aquí no se libra nadie y cuando hay que poner de ladrón, mentiroso o corrupto, más jugosa es la noticia.

De toda la vida la política nacional y autonómica nunca ha sido "trigo limpio", como dice un buen amigo mío, sin embargo, me parece surrealista que los medios exploten un caso tan complicado como este por unos simples regalos materiales, en concreto, trajes de chaqueta. Da iwual que ETA haya atentado de nuevo, que España no salga de la crisis o que Madrid no haya podido ser sede de las Olimpiadas, lo importante, la noticia está en los trajes de Camps y eso, hay que machacarlo, aunque por ahora, este señor esté destituido del caso. Eso sí, según el periódico que leas o la radio que escuches, así tendrá diferente pensamiento del Presidente. Parece que no para todos eso de aceptar trajes es un gran delito de soborno, sin embargo, todos los medios hablan de lo mismo.
En muchas ocasiones, la mayoría de los medios explotan las informaciones sin saber que, quizás, alguna de ellas, no tienen ya tanta importancia o que, como ellos la enfocan, no es la verdadera noticia.

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