Actualmente, el periodismo sensacionalista ha llegado a límites insospechados. Parece ser, que lo que está de moda en los tabloides es jugar con el sentimentalismo de las noticias. Los sucesos están a la orden del día y, cuánto más macabros mayor jugo se le saca. Un ejemplo claro y cercano es el que llevamos observando desde hace algo menos de un año con el caso de Marta del Castillo. El pasado enero nos levantamábamos con la noticia, "Niña desaparecida en Sevilla", ¿qué raro no?, las cirscunstancias de la desaparición no nos cuadraban a más de uno, pero, aunque todos comentáramos del tema, ya se encargaron los periódicos locales de descargar la información en "bruto" de todo el suceso. Daba igual que fueran hipótesis, rumores o verdades, lo cierto es que una niña menor llevaba varios días en paradero desconocido y eso, conmovería a la gente.
Pero, ¿qué era lo importante para los medios?, ¿de qué intentaban informar?. Todos ya habíamos visto la fotografía de la chica, sabíamos donde vivía, cómo eran sus padres, sus amigos... pero nos olvidábamos de algo, lo más importante en esta historia, el pasado amoroso de la niña. Era esencial que Sevilla se enterara de que la joven había salido con Miguel, un chico huérfano con una vida un tanto extraña. Y claro, en vez de ayudar a la búsqueda de Marta, se dedicaron a investigar el pasado de este joven, un pasado delictivo por cierto. Bueno el de este joven, el del hermano del mismo, el del amigo de Marta incluso se habló de que el novio de la madre de la actual novia de Carcaño, tenía un crematorio y que ahí habían quemado el cadáver de la niña, después de violarla, pegarle y drogarla ¿realidad o ficción?. Todos estos datos sobresaltó a la cíudadanía sevillana y, los medios, hicieron de un suceso triste y doloroso, una vulgar telenovela que duraría más de una temporada.
Después de toda la información, empezaron a salir imágenes y declaraciones, de los abuelos destrozados, los padres abatidos, los amigos furiosos... ¿cómo pueden exaltar tanto el dolor de unas personas?, parece mentira que el único recurso que tengan algunos informadores profesionales sea la imagen o la palabra de alguien que está sufriendo por una causa que aún hoy, no ha sido esclarecida. No creo que a la familia le sentara bien ver todos los días en los telediarios o en los periódicos fotos y noticias sobre su hija, nieta o sobrina,entonces me planteo ¿los medios ayudan?. Quizás no se den cuenta de que con estas cosas hacen más daño, porque su único fin es informar a las personas de la actualidad informativa, por muy escabrosa que sea y que, esa actualidad, hay que explotarla al máximo porque la gente la sigue.
Creo que más que ayudar meten el dedo en la yaga y es que la exaltación del sentimiento es un recurso ya muy viejo pero que, curiosamente, en el siglo XXI sigue funcionando.
Caso Marta-búsqueda vertedero
Está claro. A los románticos nos gustaría que el periodismo fuese tal y como era en el Siglo XIX, pero a día de hoy los medios son empresas que buscan el máximo beneficio. Y está claro que lo que le gusta a la gente en este país es que le cuenten chismes y cotilleos de patio de vecinas. Triste, pero cierto.
ResponderEliminarDe acuerdo con el comentario anterior, la gente parece más interesada en asuntos de "radio patio" q en loq d verdad rige nuestra vida. Sólo se llega a las personas cuando la carga de sentimentalismo y morbo rebosan en la prensa... Una pena.
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